Cada cierto tiempo (al menos 1 vez al año) es necesario hacerle cierta mantención a nuestros computadores, específicamente a nuestro querido CPU. Básicamente, el proceso consiste en cambiarle la pasta térmica a este componente esencial para que las temperaturas se mantengan en un rango normal. En esta guía aprenderán todo lo necesario para llevar a cabo esta labor.

Aunque parezca algo secundario o de baja importancia, el proceso de cambio de pasta disipadora tiene que hacerse sí o sí , y más aun si nuestro equipo permanece mucho tiempo encendido, ya que, con el tiempo, la pasta térmica va perdiendo sus propiedades como transmisor de calor, finalmente secándose y endureciéndose. Además, una de las principales razones de los cuelgues en los computadores es por temperatura, y por supuesto, lo anterior constituye una limitante a la hora de aplicar overclock a nuestros componentes.

En esta guía veremos que este procedimiento es algo sencillo y fácil de aprender, y puede ser replicable a otras piezas como el northbridge y southbridge (chipset), o tarjetas de video (GPU).

Buen, ¡basta de la cháchara y vamos a la acción!

Procedimiento

Antes de comenzar se recomienda:
1) Apagar nuestro equipo (desenchufarlo).
2) Poner nuestro gabinete en posición horizontal (más cómodo para trabajar).

Necesitaremos lo siguiente:
1) Pasta térmica (en esta guía usaremos una Cooler Master ThermalFusion 400).
2) Alcohol isopropílico (o si no el de farmacia con una concentración mayor o igual a 96%).
3) “Cotonitos”, toalla nova o algún paño para limpiar la pasta.
4) Espátula para esparcir la pasta (puede servir una credencial de identidad o alguna tarjeta similar que no usen). ¡Evitar usar utencilios metálicos!

En primer lugar tenemos que sacar la tapa lateral de nuestro equipo (si poseen una bench table omitan este paso).

Tenemos nuestro hardware a la vista. Nos focalizaremos en el cooler del CPU, ya que necesitamos retirarlo antes de proseguir.

En este caso la plataforma es Intel y tenemos instalado el cooler stock. Si se fijan este cooler tiene cuatro (4) soportes que tenemos que sacar. Simplemente los giramos hacia la derecha (en 90°) y los tiramos hacia arriba. Recuerden retirar el cable de 4 pines del cooler del CPU.

Retiramos nuestro sistema de refrigeración y vemos que la pasta de nuestro CPU esta totalmente seca, por lo que requiere ser cambiada cuanto antes.

En este caso, retiraremos nuestro CPU, ya que la pasta está seca y no será tan fácil de remover, y obviamente no queremos dañar otros componentes.

Untamos unos cotonitos o algún paño con un poco de alcohol y limpiamos la superficie de nuetro CPU (lo mismo para la base del disipador). Quedará similar a esto:

Ahora procederemos a aplicar la pasta térmica. Hay varios métodos; el más conocido consiste en poner una cantidad ínfima (similar a una lenteja) en el centro.

“La cantidad de pasta térmica que debemos aplicar, es la mínima posible siempre y cuando cubra toda la superficie del procesador”. Anónimo

Por mi parte prefiero esparcir la pasta hasta dejar una pequeña capa homogenea en toda la superficie. Los excesos que chorreen por los bordes los podemos limpiar con los cotonitos o toalla nova.

Hay quienes usan los dedos para esparcir la pasta térmica. En ese caso les recomendamos que corten un pedazo de bolsa plástica y en ella metan el dedo para este propósito, ya que si no les quedará muy sucio y mancharán todo lo que toquen.

Luego, instalamos nuestro CPU en donde estaba en un comienzo.

Proseguimos con el cooler del CPU. Nos fijamos que todos los soportes estén bien puestos, y luego conectamos el ventilador.

Recuerden siempre echar la menor cantidad de pasta posible. Ésta ayuda a transferir el calor generado por nuestro CPU a la unidad de disipación, ya que mejora el contacto “emparejando” las imperfecciones que no son visibles para el ojo humano. El exceso de este compuesto puede generar un mal contacto, por lo que la transferencia de calor puede no ser la óptima y probablemente tengamos malos resultados.

Después de aplicar la pasta lo más sano es probar nuestro CPU con alguna aplicación que lo estrese al máximo para probar estabilidad y monitorear temperaturas, fijándonos en cuál es la máxima temperatura a la que llega bajo carga. Hay variadas suites para esto, como Prime95, LinX, IBT, Aida64,  etc.

En este caso particular, haremos un par de corridas en el Intel Burn Test. Como pueden apreciar, los resultados fueron más que satisfactorios alcanzando un peak de 62 °C. Nada mal, considerando que antes de hacer este procedimiento el procesador marcaba 82 °C con tan solo jugar Street Fighter 4.

Sin más que agregar, me despido esperando que esta guía haya sido útil para todos ustedes. ¡Hasta la próxima!

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