Intel ha dejado ver unos cuantos detalles de sus nuevos CPU Haswell, en el ámbito del overclock, en la reciente IDF 2013. Para ir adelantándoles, los nuevos CPU prometen. Hablamos en plural porque todos los modelos podrán ser altamente “overclokeables” o mejor que la generación actual. En ella sólo los modelos “K” son los poseedores del plus del overclock, dejándoles un espacio muy marginal a los modelos que vienen más abajo. Pues bien esto y mucho más comenzará a cambiar con Haswell.

La ecuación básica de un CPU Intel, para alcanzar la frecuencia que tiene, es BCLK* Multiplicador = Frecuencia. Pero a esta regla, y sobre todo al BCLK, van asociadas otras frecuencias como; DRAM, DMI o GPU (“…un BCLK para gobernarlos a todos…”). Por ello alterar la frecuencia del BCLK, afectaba a otros factores que hacen de un overclock “poco sano”. Esta regla (BCLK* Multiplicador) no se ha alterado desde la salida de Nehalem, incluso desde antes, en la era “FSB”, cuando solíamos pasar por uno de los mejores momentos del overclock. Pero con Lynnfield las cosas comenzaron a cambiar al incluir en el CPU las líneas PCIe integradas, lo que significó un futuro cambio a como manejar el overclock. Luego Sandy Bridge castró casi por completo la capacidad de generar overclock a través del BCLK, dejando el plus de los entusiastas, sólo para la gama alta  o serie “K”. Con la salida de Sandy Bridge E  las cosas mejoraron un poco, al dejar algunas frecuencias (“strap”) preseleccionadas para alcanzar un mayor BCLK. Con Ivy Bridge las pocas opciones para generar overclock se mantuvieron tal cual que con Sandy, sólo optimizando el nivel de overclock por multiplicador (digamos, eso si, que a bajas temperaturas). Pero Intel ha comenzado ha mejorar este tema del BCLK “bloqueado“, que se ha experimentado en las 2 últimas generaciones, y pretende darle a Haswell las opciones necesarias a toda la serie de CPUs el plus ser altamente overclokeable.

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El regreso del BCLK como factor importante del overclock

Nuestro amigo, el BCLK, vuelve en gloria y majestad con Haswell. Ahora, combinando las opciones que teníamos en Sandy bridge E, podremos seleccionar frecuencias de 100,125 y 167 MHz, con rangos de un 5-7% en ajustes de clocks en cada nivel. Con esta opción se abren importantes cambios para todos los chips, incluso los que no tienen multiplicador desbloqueado. Por ejemplo; un CPU que sólo tenga 30x de multiplicador  (3 GHz), tendrá la posibilidad, en el mejor de los casos, de alcanzar 5 GHz con el BCLK a 167 MHz de forma teórica ( Si las opciones de la placa madre hacen un buen trabajo).

Por otro lado, tenemos que el CPU tendrá hasta 80 multiplicadores (ratios) y el GPU tendrá hasta 50 ratios, con saltos de 100MHz y 50 MHz, respectivamente. Con ello ya podemos pensar que Haswell tendrá la posibilidad teórica de alcanzar 8 GHz, sólo con multiplicador (sin mencionar que se necesitará refrigeración exótica para ello). Para el caso del GPU las opciones crecen hasta los 3 GHz, desde los 1,25 GHz que tendrá de frecuencia base. En cuanto a la frecuencia de la memoria RAM, esta alcanzará un máximo teórico de 2933 MHz por multiplicador, con saltos de 200 MHz y 266 MHz.  ¿Bonitas frecuencias no?

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Para lograr esto, y no tener problemas con las otras frecuencias dependientes del BCLK (PCIe/ DMI), Intel ha creado diferentes divisores internos (5:5, 5:4, 5:3, PEG/DMI) en cada salto del BCLK (100/125/167 MHz). Con ello se podrá mover con cierta “libertad” esta importante opción.

Las diferentes frecuencias que dependerán del BCLK se obtienen de las siguientes ecuaciones:

* Frecuencia del GPU = BCLK/2 * GPU ratio

* Frecuencia del CPU = BCLK * CPU ratio (multiplicador) 

* Frecuencia del Ring Bus (Interconección de CPU/LLC/GPU y DRAM/DMI) = BCLK * Ring ratio

Y finalmente la memoria RAM que tendrá dos formas de obtener su frecuencia final:

*Frecuencia DRAM = BCLK * 1.33*DDR ratio  ó  BLCK*1.00*DDR ratio

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El otro detalle, el regulador de voltaje integrado en el CPU

El voltaje que pasa por un chip Haswell, es otro gran paso en este nuevo chip. Cuando antes se tenían varios “rieles” de voltajes que interactuaban con el chip, ahora todos se generan al interior de este con un regulador de voltaje integrado. Intel incluso nos detalla que habrá sólo dos voltajes que entren al chip, los que se llaman VCCIN y VDDQ. El primero (el iVR o “controlador de voltaje integrado”, propiamente tal) es el que le dará al chip las vitaminas necesarias para que los núcleos, el GPU y el Ring funcionen. El segundo será para la memoria RAM, siendo 1.5v lo normal, 1.65v para XMP y 1.35v para memorias DDR3L.

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En el VCCIN tendremos un voltaje nominal de 1.8v hasta 2.3V, pero para ocasiones extremas serán 3.04v. De aquí saltan los voltajes para el CPU (vCore), Ring (vRing) y GPU (vGT). Todos con la opción de llegar hasta los 2.0v. Opciones más que suficientes para hacer de Haswell un bonito recuerdo en tu llavero o hacer de el un chip rompe récords.

Sin duda la mayor ventaja del iVR es que el chip no tendrá que lidiar con voltajes externos y tendrá un elemento que administre el amperaje dentro del chip.

En los círculos internos de Intel ya se esta hablando de un gran potencial de overclock en los nuevos chip Haswell. Todo enfocado al show que deben generar cuando son puestos a prueba con un poco de LN2 encima, pero aun no sabemos mucho de si bajo condiciones normales (dígase disipación por  aire), disfrutaremos igualmente de el.

Sin duda con las opciones que vemos aquí, la maduración de los 22nm y un diseño de arquitectura para los amantes del overclock, decimos “uff…Intel se las trae“. Por ello se  nos abre el apetito en poder saber que cosas se pueden lograr con este chip y se nos dibuja en la cabeza la pregunta: Con Haswell ¿Vuelve la era dorada del overclock? Pregunta que a partir del 2 de junio sabremos responder….eso si antes no se filtra un recorsillo, porque de seguro ya se deben de estar logrando más de alguno.

Fuente: Anandtech