AMD ha comentado recientemente de que sus procesadores Ryzen no tienen problema alguno con Windows 10 y su manera de administrar los hilos de procesamiento, información contraria a la que inundaba la web desde hace ya algunos días.

A lo largo de la semana, se esparció la información de que Windows 10 presentaba problemas para administrar correctamente la carga de trabajo en los procesadores Ryzen ya lanzados. En una movida poco esperada, AMD salió al paso a explicar que, luego de diversas pruebas entre Windows 7 y Windows 10, no lograron encontrar algún problema significativo en la forma en la que ambos sistemas operativos asignan recursos a cada proceso.

Para AMD, de momento Windows no necesitaría parche para solucionar este “problema” que había sido mencionado ampliamente en sitios web especializados, debido a que la diferencia en rendimiento se debe a la forma en la cual cada software de Microsoft trabaja. De todas maneras, recomiendan activar el modo de alto rendimiento en los perfiles energéticos debido a que el plan balanceado de energía estaría interfiriendo negativamente en la forma en la que el mismo CPU administra su velocidad.

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