En lo que fue la compra del año en 2020, NVIDIA se comprometió a adquirir al gigante ARM, contrato que podría peligrar si las protestas de varias empresas son tomadas en cuenta.

Pagando 40.000 millones de dólares por el traspaso, NVIDIA en 2020 hizo pública su intención de comprar ARM de Softbank Group, quedándose así con un gigantesco portafolio de clientes, tecnología y diseños relacionados a distintos mercados.

Apenas se hizo pública esta transacción las alarmas se encendieron en otras empresas y en entidades reguladoras, debido al gigantesco poder que obtendría NVIDIA de confirmarse la compra. Además, ARM mantiene una actitud neutral con todos sus clientes, causando preocupación que NVIDIA podría no seguir este camino, aun cuando confirmaron que no cambiarían ni limitarían a los clientes de ARM en el futuro.

Es por esto último que Google, Microsoft y Qualcomm objetaron la situación y solicitaron a las entidades reguladoras correspondientes, ya sea de EE.UU., UK, UE o China, intervenir y cancelar la compra, citando la alta posibilidad de que se genere un monopolio debido a las acciones de NVIDIA.

De momento solo queda esperar, ya que la transacción no puede ser aprobada sin antes tener la autorización de las autoridades correspondientes.