Intel está en la recta final para lanzar sus procesadores de 4° Generación Haswell. Al parecer estaría limitando la cantidad de estos productos en el mercado así como también las placas madres debido a su reciente problema con los puertos USB 3.0, el cual no ha sido solucionado aun. Según analistas, esta movida podría perjudicar de sobre manera al mercado de los PC. Dado a que aun no existe una nueva revisión de Haswell y sólo se tienen las unidades con defecto Haswell C1, Intel comenzará a meterlas al mercado de a poco y ver como este reacciona. Este defecto se produce cuando un PC son CPU Core “i” Haswell y un chipset serie 8 reanudan sus funciones desde el estado S3  (suspensión) con dispositivos conectados a los USB 3.0. El problema es que para resolver esto se requiere una nueva versión del chipset.

Aun se desconoce cuando Intel sacará esta nueva revisión, pero lo que si es seguro es que tiene que salir lo más pronto posible. El problema es que si Intel lo tuviera en este momento, aun tendría que probarlo y validarlo para poder ponerlo en producción de forma masiva.

Fuente: xbitlabs